Adecuado como cobertura o como componente de un verdeo invernal

Trébol Zulú II

CONSULTAR PRODUCTO

Características

  • Excelente crecimiento de primavera y principios del verano
  • Bien adaptado a suelos arenosos y ácidos
  • Raíz pivotante y profunda
  • Alto nivel de semillas duras
  • Buena calidad de forraje
  • Bajo riesgo de meteorismo

Zulu II es de ciclo medio. Tiene crecimiento postrado al comienzo pero se vuelve de tipo erecto hacia la primavera. Produce muchos tallos y hojas grandes con forma de "V", siendo una característica distintiva de este trébol (de ahí su nombre en inglés “arrowleaf” – punta de flecha). Tiene raíces profundas, lo que le confiere la capacidad de crecer en ambientes secos. Posee a su vez excelente tolerancia a suelos ácidos, pero no a anegamientos prolongados por lo que se debe evitar su siembra en suelos pesados.

Asimismo, posee una excelente capacidad de producción de semillas con un alto nivel de semillas duras, lo que garantiza su regeneración año tras año.

Zulu II puede utilizarse para reservas ya que su hábito de crecimiento erecto lo hace adecuado para mezclas con gramíneas como raigrás o avena. Zulu II puede producir forraje de alta calidad (18-22% de proteína bruta).


Algunas recomendaciones

Puede sembrase desde marzo hasta fines de mayo, pero las siembras de marzo son las que permiten aprovechar mejor su potencial. Se implanta muy bien tanto en siembra convencional como directa, aunque un atraso en la fecha de siembra reduce la producción de otoño-invierno y compromete la implantación. Requiere una cepa específica de Rhizobium. Bajo pastoreo, el mejor balance entre rendimiento y calidad se obtiene con pastoreos rotativos cuando el forraje alcanza 30 cm de altura y se deja remanentes superiores a 5 cm. Zulu II no requiere re-siembra por su buena semillazón y la alta proporción de semillas duras. Las leguminosas anuales pueden utilizarse para pastoreo directo, reserva o cobertura. Son ideales para incluir en verdeos anuales con raigrás o avena donde alargan el ciclo del verdeo, mejoran la calidad del forraje y aportan nitrógeno al suelo.